El caso de tres medicamentos reutilizados para los ensayos para tratar el COVID-19
¿Confundido acerca de qué drogas funcionan o no?
COVID-19 está afectando actualmente a más de 8 millones de personas en todo el mundo. Si bien la propagación se ha contenido en algunos países, la falta de un tratamiento real pone a muchos pacientes en riesgo de muerte y daños a largo plazo. Aunque las personas infectadas pueden desarrollar anticuerpos y superar esta enfermedad, muchos jóvenes y mayores de edad no son capaces de defenderse.
Dado que el desarrollo de un fármaco eficaz puede tomar varios años, los científicos han estado examinando medicamentos actualmente en el mercado que podrían ser reutilizados para tratar a los pacientes de COVID-19. ¿Hay alguno que haya tenido éxito o al menos muestre potencial?
La respuesta es sí y no. En sólo una semana, tres fármacos propuestos para el tratamiento del nuevo coronavirus han cambiado de camino. La primera, la hidroxicloroquina, es un medicamento antimalárico. Fue inicialmente autorizado para el uso de emergencia por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), este medicamento ahora ha sido revocado como un tratamiento para COVID-19. La FDA ha dicho que no hay evidencia que garantice que la administración oral de hidroxicloroquina o cloroquina puede ser eficaz en el tratamiento de la enfermedad. Por otro lado, hay evidencia de que en su lugar podría plantear riesgos cardíacos para algunos pacientes.
El segundo es remdesivir, un medicamento antiviral. Este medicamento, actualmente aprobado para uso de emergencia por la FDA, ha demostrado sólo potencia moderada sin efecto estadísticamente significativo en reducir el número de muertes. Sin embargo, estudios detallados han revelado un mecanismo de acción muy específico mediante el bloqueo de la maquinaria viral a cargo de su replicación. Gilead Sciences, la empresa que hace este medicamento, está buscando maneras de hacer un version del fármaco que podría ser inhalado como un polvo o inyectado por vía subcutánea. Remdesivir se administra actualmente por vía intravenosa, ya que no se puede degradar en el hígado.
Por último, a partir del 16 de junio, la dexametasona, un medicamento corticoide, ha demostrado salvar vidas de pacientes gravemente enfermos. Esta droga ampliamente disponible y barata fue la única en un grupo de cinco tratamientos incluidos en el ensayo RECOVERY que muestran una disminución estadística del número de muertes en uno de los ensayos aleatorios más grandes del mundo. Este nuevo hallazgo se considera un gran avance y ofrece cierta esperanza, ya que este medicamento está ampliamente disponible en los estantes farmacéuticos en todo el mundo.